Este test se centra en el estudio de ciertas variantes del genoma que determinan la respuesta del organismo a los nutrientes. La variación genética afecta a la respuesta individual a la alimentación. La dieta del deportista debe ser equilibrada (tanto en aporte energético como en nutrientes), variada y adaptada a sus necesidades.
La regulación de la ingesta energética es un proceso de vital importancia en el organismo, puesto que posibilita el mantenimiento del equilibrio entre la cantidad de energía que se almacena en forma de grasa en el cuerpo y el uso de la misma. Cualquier ejercicio físico supone un aumento del consumo energético proporcional a la intensidad y duración del mismo, que precisará una aportación energética suplementaria considerable. Los micronutrientes intervienen en determinados procesos fisiológicos relacionados con el rendimiento deportivo.
La falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer. La actividad física regular moderada tiene multitud de beneficios para la salud y contribuye a prevenir dichas enfermedades.
El informe que recibe el cliente final tras el análisis de su muestra contiene:
Este test está orientado a:
Se analizan distintas variantes genéticas, seleccionadas en base a la información recopilada en diversas publicaciones científicas y metaanálisis, relacionadas con:
Los resultados obtenidos en este análisis genético sirven para que determinados profesionales (de la medicina, la nutrición, el deporte...) puedan ayudar a ajustar determinados hábitos de vida que mejoren el estado de salud o permitan alcanzar ciertos objetivos, entre otros: